Collarines


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Los collarines cervicales se utilizan para inmovilizar la columna en la zona cervical, con el objetivo de evitar lesiones en la medula espinal, se considera como el primer elemento que hay que utilizar en una inmovilización. Al realizar una inmovilización con el collarín cervical se evita que el paciente realice movimientos bruscos que pueda agravar la lesión

Esta órtesis está indicada para tratar la hernia discal en cervicales o el latigazo cervical

 

Características que debe cumplir un collarín cervical

 

Debe asegurar que el peso de la cabeza este apoyado en una posición neutra, debe ser fácil de colocar y disponer de varias tallas. Tiene que ser cómodo de utilizar y translucido para poder realizar radiografías. Debe evitar movimientos laterales, rotatorios y antero posteriores de la cabeza. No debe alterar la circulación cerebral ni alterar de ninguna manera, ni la posición ni la función de las vías respiratorias

 

Beneficios de la utilización del collarín

 

  • Produce una relajación de la musculatura cervical

 

  • Limita la movilidad de flexión, rotación y laterización, evitando así movimientos dolorosos

 

  • Aporta seguridad al realizar movimientos

 

  • Alivia el dolor y es un buen método de reposo

 

  • Mejora la circulación sanguínea de la zona

 

Tipos de collarines ortopédicos

 

  • Collarín Blando: Ayuda a soportar la cabeza, relajando la musculatura de la zona. Se utiliza para aliviar el dolor en lesiones que no requieren la inmovilización del cuello

 

  • Collarín semirrígido: Este tipo limita un poco la movilidad de flexión y extensión del cuello, tanto la parte superior como la inferior están almohadilladas al ser zonas de apoyo

 

  • Collarín Rígido: Con este tipo se consigue una inmovilización mucho mayor que en cualquiera de los dos anteriores. Tiene más zonas de apoyo, una para la mandíbula y la barbilla, otra sobre el esternón y la ultima por la parte de atrás de la cabeza
 
¿Cómo se coloca un Collarín Ortopédico?

 

Debemos colocar la columna cervical en posición neutra, retirando todo lo que pueda dificultar el proceso (pelo, cadenas, pendientes?). Colocarlo alrededor del cuello y utilizar el sistema de cerrado para fijarlo.  Lo más importante es escoger un collarín de tamaño adecuando, ya que, si es demasiado grande la inmovilización no será óptima y si es demasiado pequeño se oprimirán los vasos sanguíneos

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